La nueva normalidad de los órganos de participación: virtualidad, asistencia y calidad

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La nueva normalidad de los órganos de participación: virtualidad, asistencia y calidad

La nova normalitat dels òrgans de participació

Los órganos de participación se han adaptado a la «nueva normalidad», ciñéndose a sus reglamentos, donde la presencialidad parecía incuestionable, a una versión virtual. Aportando, además, calidad a los procesos y logrando una asistencia de récord.

La situación de pandemia llevó a la necesidad de adaptación constante de nuestra sociedad y todas las formas que teníamos para relacionarnos tuvieron que sufrir cambios o, cuando menos, se tuvieron que reformular nuestros canales y formas de comunicación. Aún así las personas seguíamos teniendo la necesidad, y cada vez más remarcada, de hacer posible el derecho a la participación.

Desde un principio los órganos de participación gestionados por QSL Servicios Culturales desde la Secretaría Técnica, utilizaron las plataformas de reuniones virtuales. Los reglamentos de participación de estos consejos siempre han exigido que garanticen una buena participación por parte de todas las personas, y que mantengan la proximidad y transparencia. De este modo ninguna acción podía saltarse el reglamento y había que encontrar la equivalencia de cada paso a su versión online.

Desde entonces y hasta ahora, se ha garantizado el acceso a la participación poniendo a disposición varios canales para cada encuentro, los asistentes pueden acceder desde cualquier dispositivo y siempre con canales alternativos como asistencia telefónica o mensajes instantáneos, para responder a las consultas de los y las participantes.

Ha sido necesario encontrar canales para la autentificación de las personas en reuniones encaradas a un público en concreto. Lo que antes se podía hacer con una hoja de asistencia en la recepción de una sala ahora ha sido necesario de adaptado al anonimato que la virtualidad puede aportar.

Una de las características básicas de los procesos participativos que ha sido necesario adaptar ha sido la transparencia. Desde QSL se ha garantizado el derecho a voto de todas las personas y la posterior autentificación. También se ha logrado preservar el carácter cercano de la formulación de preguntas por parte de las personas asistentes hacia los representantes políticos o de dirección. Un indicador de haber conseguido estos objetivos ha sido el contar con asistencias de récord para cada uno de los procesos donde se ha colaborado.

Uno de los éxitos en la gestión de los consejos de participación ha sido el de conseguir la pericia y dominio necesarios de las plataformas virtuales para facilitar la interacción entre las participantes así como en la realización visual de los encuentros asimilándola a las sesiones televisadas. El feedback recibido por los agentes colaboradores, así como el de todas las personas miembros de los Consejos, ha sido que los encuentros contaban con una calidad a la altura de la circunstancia y de la trascendencia de los encuentros.

Aunque en un principio pensábamos que era una simple adaptación del formato a la situación transitoria de pandemia, cada vez coge más fuerza la idea de que este formato ha llegado para quedarse, al menos, en un plazo corto y medio, o en un formato híbrido.

Espacios como la Audiencia Pública a los chicos y chicas, el Consejo de Innovación Pedagógica y el Consejo de la Vivienda Social de Barcelona, ​​que se encuentran en el Ámbito de Participación de la web qsl.cat, son algunos de los ejemplos que hemos estado trabajando con éxito en este nuevo formato.

En definitiva, la participación durante el primer año de pandemia ha sido uno de los derechos clave para las personas, derecho ejercido en estos procesos y consejos con la mejor de las oportunidades y que en adelante constituirá otra manera de relacionarnos entre las personas.