Adaptación al cambio
Adaptación al cambio
El sector de la cultura de proximidad, como tantos otros sectores y, como consecuencia de las afectaciones por la pandemia mundial, está en pleno proceso de transformación.
La adaptación a los cambios con el objetivo de mantener la estabilidad psicofísica y el bienestar psicológico de los equipos de trabajo y de las personas que participan activamente de proyectos y programas culturales es fácil, cuando el cambio es positivo y cuando las perspectivas indican que el cambio será perdurable en el tiempo. Hablamos pero del presente como un tiempo anormal y recorremos con facilidad al concepto «volver a la normalidad», describiendo la actualidad casi como un espejismo y asumiendo que los cambios que estamos aplicando a las maneras de hacer, son sólo respuestas temporales. La verdad es que hasta que no cojamos distancia, hasta que no ocupemos un lugar futuro en el tiempo desde donde mirar atrás, no podremos evaluar cuáles de las nuevas acciones habrán consolidado como nuevas estrategias y oportunidades para nuestro sector.
La pandemia nos ha empujado, a la fuerza y sin miramientos, a materializar cambios en nuestras relaciones y en la manera en que acercamos la cultura, participamos de la cultura y generamos cultura. Si tomamos conciencia de que estamos en el centro de la Tercera Revolución Industrial, la Revolución Digital, es necesario que nos planteamos si estas adaptaciones están dando respuesta a una situación excepcional o si, en efecto, estamos entrando en un cambio general de paradigma funcional y relacional marcado por el uso de las nuevas tecnologías.
En pocos meses, los equipos de trabajo que desarrollan proyectos culturales han adaptado talleres presenciales en modalidad online, han presentado espectáculos culturales y showcookings a través de retransmisión en directo, vía streaming, han grabado vídeos de actividades de experimentación para las familias, han diseñado visitas virtuales de exposiciones y rutas culturales interactivas, han hecho reuniones virtuales con entidades del territorio y sesiones participativas con órganos de gestión utilizando plataformas online,… un camino intenso de aprendizaje tecnológico que ha permitido iniciar un proceso de transformación con el objetivo de evitar un «paramos máquinas» irrecuperable, una destrucción de vínculos y de objetivos alcanzados con el esfuerzo de años. La necesidad ha empujado los equipos en la búsqueda de recursos, se han alcanzado conocimientos a un ritmo vertiginoso y se han generado redes internas de aprendizaje colaborativo.
Estos aprendizajes y las nuevas maneras de hacer abren un nuevo mundo lleno de posibilidades, en el que la dimensión espacio-tiempo toma otro valor. De repente, podemos estar en dos lugares al mismo tiempo, de golpe, podemos hacer varias cosas a la vez y es la tecnología que nos lo permite. ¿Qué uso sociocultural sacaremos de esta revolución tecnológica? ¿Se generarán nuevos modelos más accesibles, participativos, con equipos y personas más proactivas? ¿Dispondremos de herramientas para llegar a nuevos públicos? ¿Y como tendremos cuidado de la parte relacional, tanto históricamente vinculada al hecho de estar presente, de compartir?
Algunos aprendizajes que hemos logrado vienen para quedarse, para facilitarnos la accesibilidad pero carecen cosas que ninguna tecnología parece poder conseguir. Es esencial escucharnos, sentirnos, recoger los mensajes que van más allá de las palabras y dejarse llevar por las emociones que nacen de una conversación agradable. Necesitamos pues conjugar viejas y nuevas herramientas, detectar personas y colectivos susceptibles de quedarse aislados y poder adaptar estas nuevas maneras de generar y acercar la cultura a fin de no dejar a nadie atrás.
El principal reto de los equipamientos culturales pasa por sumar a esta revolución, quedarnos con lo que nos aporta y saber desestimar o adaptar lo que hace perder nuestro sentido de ser. Que nada nos haga perder quiénes somos y qué queremos, que las herramientas digitales, sean sólo herramientas, para seguir acercando y construyendo cultura.